top of page

Workers Letf the Factory

El espacio público se organiza y rige por intereses que se renuevan a cada instante. En esta medida, no son capaces de ajustar  una estructura espacial. El usuario de este espacio público es casi siempre un transeúnte, alguien que está allí de paso.

Por otro lado, podríamos entender lo urbano como un espacio abstracto que no está
conformado por habitantes poseedores, sino más bien, por usuarios sin derecho de
propiedad ni exclusividad sobre él. Qué están obligados a compartirlo en todo momento.
A diferencia del concepto de ciudad que conocemos, lo urbano no es un espacio que pueda ser habitado, es más, se desarrolla en espacios que se han vuelto inhabitables.
El espacio urbano se convierte en el “no-lugar” del que hablaba Marc Augè para describir esta configuración abstracta del espacio en que proliferan los puntos de tránsito y las ocupaciones provisionales; y en donde se producen paisajes y cartografías móviles. Este “no-lugar” podría ser cualquier calle céntrica, plaza, espacio comercial , monumento histórico o aeropuerto de las grandes ciudades e incluso , el internet.
Los habitantes de lo urbano se enfrentan a una dinámica social donde predomina lo
efímero, lo líquido. La resignificación del espacio urbano condiciona directamente los flujos , actividad y hasta el modo de ver-se y pensar-se en una condición de practicantes más que de habitantes de la ciudad.
De manera invisible y silenciosa, se convierte la ciudad que conocíamos en inhabitable. La construcción desmesurada de hoteles, cadenas multinacionales y plataformas como Airbnb, obligan a la población habitual a desplazarse y adaptarse a estas nuevas formas de habitar y pensar el espacio.
La especulación inmobiliaria juega un papel determinante en esta operación, dejando
abandonados edificios y fábricas enteras en la ciudad hasta considerar oportuna la
ejecución de un proyecto en función de intereses privados.
De esta manera, la propuesta de ofertar habitaciones itinerantes de lujo en fábricas
abandonadas dentro de la plataforma de Airbnb, nos posiciona en un punto de vista crítico a esta resignificación de lo urbano y público con intereses privados y a nuestra condición como habitantes( o practicantes) de la ciudad. La fábrica abandonada es un lugar pertinente
debido a que ejerce el papel de símbolo de la transformación financiera de la sociedad
capitalista y cumple un rol importante dentro del mundo de la Industria Cultural. La fábrica se desborda para ocupar el espacio artístico, que, a su vez, sirve como herramienta política, de transformación, de especulación, de entretenimiento y de culto.

 

 

 

 

bottom of page